En tiempos de crisis como el actual es prioritario ahorrar en todo lo posible y uno de los puntos importante es el de minimizar el consumo eléctrico de nuestro hogar. Los estudios realizados indican que las bombillas de bajo consumo permiten conseguir un ahorro de entre el 50% y el 90% con respecto a las tradicionales bombillas de incandescencia. Además su vida útil es mucho más elevada ya que pueden durar en torno a 50.000 horas frente a las poco más de 2.000 horas de las tradicionales.
Todo ello ofreciendo una capacidad lumínica mayor y siendo ecológicas al no contener numerosas sustancias contaminantes para el medio ambiente como por ejemplo el mercurio. Otro detalle importante es que este tipo de bombilla como el caso de las LED no emiten calor siendo más seguras por ejemplo para los niños y evitando recalentar la estancia donde están instaladas.
Las normativas europeas están influyendo en este sentido realizando una discriminación positiva hacia las bombillas de bajo consumo y ya no solo se ven cada vez más en nuestros hogares sino también en nuestras ciudades y edificios municipales.
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