martes, 23 de septiembre de 2014

El Broker que llevas dentro

Finales de los años 80, riqueza y poder concurridos en una estrecha calle neoyorquina entre Broadway y el Easter River, ¿a quién no le hubiera gustado convertirse en el ingenuo y soñador Charlie Sheen a las órdenes de Michael Douglas en la película "Wall Street (1987)"? O ¿quién no hubiera querido ser Will Smith en la película "En busca de la felicidad (2006)" y descubrir, por casualidad, que es un ingenioso corredor de bolsa y va a poder solucionar su vida y la de su familia para siempre?

Ahora tienes la oportunidad de convertirte en uno de los mejores y más ambiciosos tiburones de Wall Street, la oportunidad de convertirte en un auténtico broker, y todo sin moverte de casa, sin elegantes trajes y concurridas calles y edificios, tan simple como conectar tu ordenador e ir a la web para invertir en bolsa te ayuda a convertirte fácilmente en uno de ellos sin necesidad de conocimientos previos sobre las finanzas y el mercado financiero.

¿Qué es exactamente un broker? ¿Cualquier persona puede convertirse en uno? Un agente o corredor de bolsa es la persona encargada de realizar inversiones o transacciones de valores en los mercados financieros, actuando de intermediario entre los clientes o en beneficio propio. Los mejores brokers observan y examinan atentamente el mercado financiero con el fin de obtener los mayores beneficios posibles de las transacciones que realizan. Son personas decididas y astutas, pero sobre todo son los mejores jugadores de un juego de estrategia, capaces de sacar rentabilidad al más insignificante céntimo y convertirlo en una importante y notable suma de dinero.

Si te gusta la economía y siempre has tenido curiosidad por saber cómo funciona el poderoso mundo de las finanzas este es el momento de sacar el broker que llevas dentro.

lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Es posible pedir un préstamo rápido sin aval hipotecario?

Una de las ventajas de pedir un préstamo rápido online, también conocido como minicrédito, es que suele concederse con muy pocos requisitos y de forma casi inmediata. Normalmente basta con aportar la fotocopia del DNI y el número de cuenta bancaria a través de la cual vamos a realizar la devolución de las cuotas. Por ese motivo sí podemos pedir un préstamo rápido sin aval hipotecario y sin necesidad siquiera de aportar una nómina, siendo la solución para acceder a un crédito cuando carecemos de aval hipotecario o de nómina.

El préstamo rápido es un producto financiero expresamente creado para atender necesidades puntuales de liquidez, por lo que su mayor atractivo radica en una concesión rápida e inmediata, en la que no se nos piden las múltiples exigencias a las que solemos estar sometidos a la hora de pedir un crédito en un banco o una caja de ahorros convencional. El préstamo rápido es concedido por entidades especializadas en este tipo de producto que operan online, facilitando enormemente el acceso del usuario a pequeñas cantidades de dinero hasta un máximo de unos seiscientos euros, que nos pueden sacar de un pequeño apuro para atender un gasto imprevisto o el pago de una deuda inesperada.

Para cubrir la enorme demanda de préstamo rápido que existe en la actualidad, hay numerosos comparadores online de enorme utilidad para los usuarios que necesitan este tipo de producto, dado que realiza online la comparativa más extensa y actualizada de las diversas empresas que ofrecen este tipo de créditos urgentes, por lo que podemos comparar entre las diferentes condiciones y requisitos de cada una de ellas, y optar por aquella que mejor se adapte a nuestras necesidades en cada momento concreto.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Smart City: por el bien de la gestión ambiental

Hace tiempo que terminologías como la de “Smart City” no nos suenan tan alejadas de la realidad del momento y producto de una fantasía futurista. Las ciudades inteligentes poco a poco van llegando, y son varios los municipios o ayuntamientos que toman medidas en sintonía a las enseñanzas propias de un Máster en planificación territorial y gestión ambiental. Y es que esta área de estudio a priori desconocida está ganando relevancia por el énfasis de muchas empresas y entidades públicas en unir y cuidar dos conceptos históricamente peleados: sociedad y sostenibilidad.
La sociedad y la sostenibilidad hacen las paces
Esta es la premisa sobre la que se construye una Smart City, capaz de aportar valor real a la población y, además, respetar el medio ambiente para tener así un futuro factible con la mayor calidad vital posible.
El clásico ejemplo de calidad del aire muchas veces lo encontramos en el énfasis de los ayuntamientos e instituciones públicas en que las personas utilicen el transporte público para acudir al trabajo, o bien que compartan coche con otras personas con una trayectoria similar o compatible.
Una Smart City va mucho más allá de este concepto, y no por ello es contradictoria con una política de bonificación del transporte público sostenible o de baja contaminación. Veámoslo con un ejemplo.
Caso práctico de una Smart City sostenible
Imaginemos la cantidad de personas que diariamente buscan aparcamiento en cualquier ciudad o pueblo donde (como pasa en la mayoría) encontrar un hueco es una tarea complicada a según qué horas. Para este caso, el uso del transporte público es una excelente alternativa, pero también es una solución el planteamiento de una ciudad inteligente que vele por la gestión ambiental. Para el caso, se adaptaría un sistema de conexión en tiempo real con los vehículos que desearan integrarse a la red, y en que se les informara de la localización precisa de aparcamientos disponibles en las calles próximas a su lugar de destino o allá por donde circulen.
Incluso se podría llevar más allá este caso práctico de la sostenibilidad de una Smart City si se creara un sistema de reservas también en real time semejante al que tienen los taxistas para recoger clientes que utilizan alguna app móvil para ello. De este modo, todo el mundo tendría asignada una plaza a medida que estuviera llegando a su lugar de destino en base a la disponibilidad (de haberla, por supuesto), y así con un simple reconocimiento de matrícula, el aparcamiento quedaría libre una vez el coche llegara a su lado.
Si este caso lo ampliamos a todos los conductores de la red urbana de cada ciudad, reduciríamos en gran medida la contaminación producida por el exceso de coches que circulan en círculos buscando a ciegas un aparcamiento disponible.
Ya sabíamos que la planificación territorial debía ir de la mano de la gestión ambiental, pero con la llegada y normalización de las ciudades inteligentes, las posibilidades reales al respecto de la calidad ambiental y social son mucho más prometedoras.